Edad del Bronce y Hierro

La Edad del Hierro I (1200-1000 a.C.) se caracterizó principalmente por el retroceso del poder político egipcio en la región, aunque su influencia cultural siguió siendo evidente. Las fortificaciones de las ciudades declinaron a pesar de las constantes amenazas de invasiones por parte de los "pueblos del mar" procedentes de las islas del Mediterráneo oriental, así como de otros grupos nuevos en la región, incluidos los hebreos. Este declinar de la arquitectura defensiva puede indicar que Jordania estaba lejos de tales grupos.

La Edad del Hierro II (1000-332 a.C.) estuvo marcada por el desarrollo socio-político y económico, representado por el surgimiento de los tres reinos de Jordania: Amón, Moab y Edom. Las ciudades recuperaron sus murallas, y la arquitectura defensiva, como fortalezas y torres de vigilancia, se construyó a lo largo de las fronteras y las rutas. Sin embargo, las actividades de asentamiento se extendieron a zonas situadas fuera de las ciudades fortificadas y el número de asentamientos aumentó. Mucha gente vivía en ciudades sin fortificación, aldeas e incluso en edificios o granjas aisladas.

Amón, Moab y Edom tomaron gradualmente el control de la ruta de comercio internacional, el Camino del Rey, y se involucraron en una extensa red de comercio con sus vecinos. El poder de los asirios estaba creciendo en ese momento, y en 853 a.C. el rey asirio Salmanasar III derrotó a una coalición de reyes sirios, incluido el rey de Amón. Los reinos Amón, Moab y Edom se convirtieron en estados vasallos de los asirios y más tarde de los babilonios.

Los tres reinos prosperaron bajo la dominación mesopotámica y produjeron su propia cultura distintiva. La escritura se hizo muy común entre la gente de los reinos jordanos, que dejaron muchas inscripciones y sellos en sus propios idiomas y alfabetos que pertenecían al grupo semita del noroeste. La industria metalúrgica también contribuyó en gran medida a la prosperidad; se encontró un centro industrial metalúrgico para la producción de hierro en Tal al-Hammah, en el norte (Amón), y otro para la producción de cobre en Faynan, en el sur (Edom).

Al igual que su ascenso relacionado con el comercio a lo largo del Camino del Rey, el declinar de los reinos jordanos parece estar relacionado con el aumento de la importancia de otra ruta comercial, la Ruta de la Seda, que pasó por Persia y que al menos en parte jugó un papel en el ascenso de la superpotencia persa. Jordania quedó bajo dominio persa en el año 539 a.C. Los gobernantes persas dejaron su magnífica arquitectura en las capitales de los antiguos reinos jordanos, hasta que sucumbieron a los ejércitos de Alejandro Magno en el año 332 a.C.

© De textos de sala del Museo Jordano. Del inglés: Universes in Universe.