A unos 14 km al sudoeste de Amán, la meseta desértica se abre hacia el Wadi al-Seer, un fértil valle alimentado por manantiales, con extensos olivares, jardines y huertas, un popular destino para excursiones y picnics de fin de semana.
El recorrido hasta Iraq al-Amir a lo largo del wadi también ofrece una serie de atractivos culturales únicos, desde un antiguo columbario tallado en la roca, una iglesia bizantina en una cueva, el impresionante palacio helenístico Qasr al-Abd junto a las "Grutas del Príncipe" y un poblado artesanal a cargo de mujeres de la comunidad, en donde se pueden disfrutar deliciosas comidas caseras.