Ubicación, acceso

Desde el pueblo del mismo nombre (as-Sila), situado más arriba, se contempla la roca estriada de suave arenisca clara, pero apenas se distingue algo del complejo fortificado de la cima.

La magia especial del lugar sólo se revela cuando se conoce su historia y, por supuesto, se asciende hasta él. Las investigaciones han identificado la montaña como el lugar de Sela, mencionado en la Biblia, donde se dice que Amasías, rey de Judá, arrojó a 10.000 edomitas desde la roca a principios del siglo VIII a.C., pero no existen pruebas de ello. Un testimonio histórico único del dominio neobabilónico sobre la región es el relieve del rey Nabonido (555-539 a.C.) en lo alto de la roca (véase más abajo en la página). El primer registro escrito de los nabateos habla del asalto de tropas griegas en el 311 a.C. a su campamento situado en una montaña de difícil acceso llamada "petra" (en griego: roca), pero en realidad se trata de este pico rocoso Sela.

  El saqueo de Sela en 311 a.C.

En la meseta, que mide unos 900 x 600 metros, se pueden ver restos de torres y estructuras defensivas, de edificios residenciales -algunos con vestigios de estuco pintado-, de lugares de culto y de núcleos de viviendas excavados en la roca. Se han encontrado más de cien estructuras para recoger y almacenar agua de lluvia, lo que era vital porque en la montaña no hay manantiales ni pozos. Varias cisternas en forma de pera o campana con paredes interiores enlucidas se conservan en muy buen estado.

La mayor parte fue construida por los edomitas y los nabateos, pero a menudo no está claro de qué época data. A través de hallazgos en la superficie, sobre todo fragmentos de cerámica, se sabe que Sela también se habitó de forma reiterada desde la época romana, ayyubí, mameluca hasta la otomana.

La flecha indica dónde se encuentra el relieve en lo alto de la pared rocosa.

Al acercarse a la montaña, uno debe mirar muy atentamente hacia lo alto para ver un relieve único tallado en la pared rocosa a la izquierda de la subida, a una altura de unos 90 metros. No había sido descubierto hasta 1994, y a partir de 1996 se examinó varias veces desde cerca, lo que requirió la ayuda de montañeros.

En el relieve de 2,95 x 2,20 m, tallado en unos 20 cm de profundidad en la piedra, aparece un hombre con larga túnica, bastón y tocado cónico. Por comparación con representaciones similares en estelas y con la única línea aún legible "Yo soy Nabonido" de un largo texto en escritura cuneiforme muy erosionado, se pudo identificar como el rey neobabilonio Nabonido (reinó 555-539 a.C.). Con el brazo derecho señala o saluda en dirección a una luna creciente, un sol alado y una estrella de siete puntas. Se interpretan como los símbolos astrales de los dioses del cielo Sin, Shamash e Ishtar. Probablemente, el relieve estaba pintado.

En su campaña contra los Tayma árabes del norte, Nabonido pasó por Transjordania en 552 a.C.. Por el camino, destruyó la sede real y otros asentamientos del reino de Edom y lo sometió a su dominio. En este contexto fue creado el relieve de Sela.

Para llegar a la meseta de la cumbre, se asciende por una antigua y empinada escalinata con peldaños excavados y cimentados en la roca, algunos de ellos restaurados o de nueva construcción. El último tramo conduce a través de un estrecho desfiladero, llamado "Siq" en analogía al de Petra.

Estructura del portal y torre principal

Una vez arriba, se pasa junto a un alto muro hasta la entrada. De la estructura del portal, tallada en la roca maciza y complementada con muros, queda un poderoso pilar de roca en el lado izquierdo. La entrada podía cerrarse con una puerta de madera, asegurada desde el interior por vigas, como indican los agujeros hechos a tal efecto.

Detrás del portal se alza la torre principal de Sela, una escarpada roca labrada coronada por una muralla. En ella se dice que hay una cisterna en forma de pera accesible desde arriba, de unos 6 m de profundidad, probablemente de época edomita. Debía llenarse con agua traída en mangueras hechas con cueros de animal. Por desgracia, no pudimos verla porque la subida a la torre es peligrosa.

En el lado este de la torre, la roca se ha cortado en la parte inferior y se ha construido una especie de muralla-pasarela, a la que se puede acceder desde el pórtico. Desde allí era posible atacar a los agresores que subían por el barranco enderezado (el llamado Siq). Ahora este paso está interrumpido, lo que no impidió que Slamah Al Qrara'h, un maestro del pueblo cercano, saltara por el hueco. Nos encontramos con él en lo alto de la escalinata y se ofreció a mostrarnos los principales lugares de interés de Sela, que habrían sido difíciles de encontrar sin su ayuda. Slamah es un buen contacto si se necesita un guía local. – vea su número telefónico abajo.

En el lado sureste de la torre se conservan algunos escalones de la antigua subida. Aquí la roca ha sido desbastada y enlucida en una superficie recta con acabado arqueado. La zona inferior está delimitada por muros a ambos lados. Se cree que son los restos de una cisterna mayor. Al parecer, una cuerda para extraer o llenar el agua se sujetaba al orificio tallado en la roca en la parte superior.

Como no hay manantiales ni pozos en la meseta de la cumbre, el agua de las lluvias ocasionales, pero en aquel entonces a menudo intensas, tenía que recogerse en cisternas. Éstas tienen forma de pera o de campana, con pequeñas aberturas e impermeabilizadas por dentro debido a la blanda arenisca. A través de canales en la superficie de la roca, el agua de lluvia se recogía y se dirigía a la cisternas.

En el extremo sureste del yacimiento, bajo la Torre principal, hay restos de estructuras cuyos pisos, bases, muros y escaleras fueron esculpidos en la roca, relativamente fácil de tallar. Probablemente datan del periodo nabateo-romano.

Delante de la casa rupestre mejor conservada hay una cisterna en el suelo. Al parecer, los investigadores descubrieron aquí estuco pintado con anterioridad, pero no pudimos encontrar nada de ello cuando la visitamos en 2023. En la década de 1930, el coronel P.C. Peake, llamado Peake Pasha, comandante de la Legión Árabe en lo que entonces era Transjordania, se fotografió en esta casa. Fue el primer europeo que visitó a conciencia el yacimiento arqueológico.

Murallas que protegían a los defensores en el borde de la meseta sobre el wadi donde comienza la escalinata. Los estudios de la argamasa datan la construcción del periodo ayyubí-mameluk (finales del siglo XII-principios del XV).

En la parte superior de esta zona sobresalen dos afloramientos rocosos trabajados o pedestales con bordes planos y escalones, que se interpretan como bastiones o bases de torres.

La lluvia y el viento crearon estos redondeados montículos rocosos en muchos lugares de la escarpada meseta, en los que a menudo se excavaban cuevas. Los orificios de la segunda foto pueden haber servido para sujetar las vigas del tejado o los postes de las tiendas.

Esta "escalera al cielo" a ninguna parte es probablemente un lugar de culto. Doce escalones conducen a una pequeña plataforma en la roca alargada, de unos 2 metros de altura.

En un pequeño afloramiento rocoso fue excavada una cueva de 4,40 m de profundidad, 3,70 m de anchura y 3,10 m de altura. Durante la extracción se dejó en pie una especie de altar con una base de casi 2 x 2 m y 1,65 m de altura. Este bloque está escalonado por delante, y en el escalón hay una depresión con elevaciones a ambos lados, que se ha interpretado como un asiento con reposabrazos y, por lo tanto, un trono. Sin embargo, basándose en otros detalles de la cueva, así como en comparaciones y contextos, los investigadores llegaron a la conclusión de que podría tratarse de un santuario para el dios Dushara del periodo nabateo-romano.

Gran cueva vivienda con aberturas en la pared posterior. También aquí se observan orificios a la derecha por encima de la entrada, probablemente para vigas del techo o postes de tiendas de campaña.

Cuevas excavadas en afloramientos rocosos.

Vista sobre el borde suroccidental de la meseta de la cumbre. La escalera en ángulo pertenece a un complejo de casas rupestres más grande con dos cisternas en forma de pera de unos 3,5 a 4 m de profundidad, cuyas paredes interiores están enlucidas. Las diversas plataformas elevadas están conectadas por escalones.

Detalles del complejo con escalera en ángulo.
© Foto: Suhaib Al Qrara'h

Vea también:
El saqueo de Sela en 311 a.C. ►

© Texto y fotos: Universes in Universe.

Fuentes, in particular:
Es-Sela - 2500 Jahre Fliehburg und Bergfestung in Edom, Südjordanien
Manfred Lindner, Ulrich Hübner und Elisabeth Gunsam. In: Das Altertum, 2001, Vol. 46, S. 243-278
New Discoveries at Sela, the Mountain Stronghold of Edom
By Rocío Da Riva. Asor, March 2019, Vol. 7, No. 3