Qusayr Amra
El más fascinante de los castillos omeyas del desierto, con asombrosos frescos de escenas de baño y caza. Patrimonio de la Humanidad.
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En el ábside de la entrada a la sala de audiencias está la cámara del trono. Su muro negro está decorado con la pintura al fresco de un gobernante sentado sobre un trono flanqueado por dos sirvientes sacudiendo espanta-moscas. El gobernante, referido como príncipe (Amir) en una banda de inscripciones árabes en caracteres cúficos por sobre el trono, está sentado bajo un baldaquino flanqueado por columnas adinteladas. Sobre los capiteles hay pájaros y un friso de aves similares bordea la curva del muro posterior.
© Foto: Haupt & Binder
El más fascinante de los castillos omeyas del desierto, con asombrosos frescos de escenas de baño y caza. Patrimonio de la Humanidad.