El Parque Nacional Iguazú que significa "Agua Grande" en idioma guaraní y que abarca unas 67.620 hectáreas, fue creado en 1934 en base a un proyecto de Carlos Thays. Ya en 1902 el célebre paisajista había realizado un relevamiento de la zona combinando un objetivo de protección y de goce visual. En 1984 el Parque Nacional Iguazú fue reconocido como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, debido a su belleza y a la gran diversidad biológica que alberga. Hoy en día las Cataratas del Iguazú son uno de los destinos más emblemáticos de Argentina, seleccionadas como una de las Nuevas Maravillas Naturales del Mundo, en una votación mundial organizada por la fundación New7Wonders en 2011.

El Parque Nacional Iguazú ofrece además la oportunidad de conocer la selva subtropical y su flora autóctona de más de 2000 especies, y de avistar animales como los monos carayá y los monos caí, o los atrevidos coatíes que corretean entre los visitantes, y más de 400 especies diferentes de aves como tucanes, loros y urracas, y los increíbles vencejos (que anidan en las rocas detrás de las cascadas de agua). Entre la incontable variedad de insectos, se destacan, naturalmente, las mariposas.

El parque se puede visitar en diferentes recorridos transitando por modernas pasarelas que, siguiendo la consigna "Naturaleza sin Barreras", están adaptadas para garantizar accesibilidad incluso en sillas de ruedas y para familias con cochecitos de bebé.

Longitud: 1.750 m (60 min)
Recorrido totalmente accesible en pasarelas planas con vistas de las cataratas desde el Río Iguazú Superior, que lleva a los saltos Mbiguá, Adán y Eva o Bossetti, para llegar hasta el mirador del segundo salto más grande del Parque: el Salto San Martín. La vista panorámica del mirador del salto Mbiguá es una de las más fotografiadas. Desde su balcón se puede ver también la isla San Martín y el salto del mismo nombre, vencejos de cascada y otras aves.

Longitud: 1.700 m (90 min)
Camino de pasarelas con algunas escaleras con distintos miradores y descansos que permiten aproximarse a los saltos en medio de la selva, como el Salto Bossetti, que es un caudaloso manto de agua que se despliega a escasos metros de su mirador. Además de los saltos Lanusse de larga caída, el mágico Chico Alférez, el salto Alvar Núñez con dos miradores para verlo de frente y arriba, se llega a las Dos Hermanas, dos cascadas de agua similares que desembocan en una piscina natural transparente.

Longitud: 1.100 m (120 min)
La Garganta del Diablo es la caída de agua más impresionante y majestuosa del Parque, con saltos que se despliegan 150 metros en forma de herradura y con una caída de más de 80 metros de altura. Su abundante caudal (promedio de 1500 metros cúbicos por segundo) cae produciendo un rugido atronador que impacta, conmueve y llena de energía. Se puede acceder abordando el Tren Ecológico de la Selva o realizar el recorrido a pie con un 100 % de accesibilidad a través de pasarelas.

Para tener una experiencia completa de las Cataratas del Iguazú es indispensable también visitar el lado brasileño, que si bien posee sólo un 20 % de los saltos, es desde donde se tiene la vista panorámica más completa. Como suelen decir los lugareños, en Argentina está el escenario y en Brasil, la platea. El Parque Nacional do Iguaçu (Brasil) se encuentra a unos 15 km de Puerto Iguazú (Argentina). Se accede por transporte público, con presentación de documentos en la frontera, o por medio de excursiones organizadas.