El Parque es hoy en día un exitoso proyecto de restauración y preservación de fauna nativa, en el que el ecoturismo es una herramienta importante de conservación, así como de desarrollo económico de las localidades circundantes. Durante mucho tiempo a lo largo del siglo pasado, Iberá experimentó los impactos negativos de la actividad humana que produjo extinciones locales de varias especies, sobre todo de grandes mamíferos. Pero ya desde hace casi 40 años, con la creación del Parque Natural en 1983, el Parque Provincial en 1993 y el Parque Nacional en 2018, organismos gubernamentales provinciales y nacionales, fundaciones (como The Conservation Land Trust, Flora y Fauna Argentina y Conservation Wildlife Trust), ONGs, investigadores y ciudadanos trabajan activamente para el restablecimiento del equilibrio ecológico de la región. Esto ha permitido la recuperación de poblaciones de ciervos de los pantanos, carpinchos y yacarés. Desde 2007 Iberá es un lugar clave de reasilvestramiento (rewilding) de animales como el oso hormiguero, el tapir, el pecarí de collar, el venado de las pampas, el ocelote, el lobo gargantilla (nutria gigante) y el yaguareté.

A principios de enero de 2021, el Centro de Reintroducción de Yaguareté establecido en 2015 por la Fundación Rewilding Argentina en el corazón de los Esteros del Iberá, abrió el recinto en donde nacieron y fueron criados dos cachorros de yaguareté, que junto a su madre son los primeros en vivir totalmente libres en Corrientes tras más de 70 años de ausencia de la especie en la provincia.

Más información:
rewildingargentina.org

El Gran Parque Iberá, de más de 700.000 hectáreas de área protegida, está compuesto por el Parque Provincial de 550.000 ha (creado en 1993) y el Parque Nacional de 183.000 hectáreas, establecido en 2018 en tierras donadas por la Fundación The Conservation Land Trust (CLT - Flora y Fauna Argentina) para este fin. Se ubica dentro de la Reserva Natural Iberá de 1.300.000 hectáreas creada en 1983 –coincidente con los límites de la cuenca de los Esteros del Iberá y que incluye áreas de dominio privado.

En la mayoría de los casos se accede por caminos rurales que atraviesan propiedades privadas hasta el área de Parque. Al primer acceso público desde la localidad de Carlos Pellegrini se le han sumado los accesos por Ituzaingó, San Miguel, Uguay y Concepción y por último los de Loreto, Chavarría, Mercedes y Galarza. Estos portales de acceso tienen cada uno su propia propuesta de recorridos y experiencias y desde donde se realizan actividades turísticas como navegación en lancha, en canoa o kayak por ríos y lagunas, trekking, recorridos a caballo, en bicicleta y safaris fotográficos desde el vehículo. También ofrecen experiencias culturales para acercarse y apreciar la manera de ser y de vivir de los pobladores (su música de Chamamé, su gastronomía, artesanías, historias, tradiciones, actividades rurales, etc.)