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La fascinación de caminar sobre la superficie cristalizada de una salina es difícil de expresar en palabras: Uno se adentra en una inmensidad blanca y silenciosa, un desierto sublime que cautiva con su extraño orden geométrico de trazado hexagonal desvaneciéndose en el infinito, en contraste con el profundo azul del cielo y las cambiantes formaciones y tonalidades de las nubes. Es un paisaje contradictorio, por un lado extremadamente inhóspito, pero a la vez esencial para la vida, configurado por ese elemento indispensable para todo organismo vivo como lo es la sal.
Lugareños transportando sal a lomo de burro
Las Salinas Grandes del Noroeste, compartidas por las provincias de Jujuy y Salta, son los salares más conocidos de Argentina. Se extienden sobre un área de 212 km2 a unos 3.450 msnm. Están ubicadas a apenas 66 km del pintoresco pueblo de Purmamarca y se llega fácilmente por la RN 52 que las atraviesa, continuando luego a Chile a través del Paso de Jama. Es una fantástica excursión, que se puede realizar desde Salta o desde Jujuy, también en combinación con otros destinos.
Cuesta de Lipán
El camino, totalmente asfaltado, asciende serpentenado por la majestuosa Cuesta de Lipán hasta el Abra de Potrerillos y el paso de los Altos del Morado, a una impresionante altura de 4.170 metros. Desde aquí la ruta vuelve a descender ofreciendo una espectacular vista panorámica del altiplano con las Salinas Grandes brillando en el horizonte.
Ruta en descenso, con las salinas al fondo.
A la vera del camino, se atisban manadas de vicuñas salvajes huyendo reacias, o grupos de llamas pastando tranquilamente a la espera de su dueño.
Vicuñas salvajes
Llamas curiosas
En la región de Salinas Grandes y la adyacente Laguna de Guayatayoc, unida hacia el norte, viven unas 33 comunidades de pueblos originarios Kolla y Atakama que se dedican a la ganadería a pequeña escala y a la agricultura de subsistencia. También extraen sal en forma tradicional y cooperativa, se dedican al turismo comunitario o a la confección de artesanías.
Los ecosistemas de los salares son extremadamente frágiles, debido a la escasez de recursos hídricos superficiales. Tienen su origen en largos y complejos procesos de salinización en cuencas cerradas (endorreicas), con períodos geológicos secos que producen la evaporación paulatina del agua y la precipitación de las sales, alternándose con períodos húmedos que ocasionan su redisolución, además de eventos volcánicos que distribuyen y depositan otro tipo de minerales.
En verano la temperatura máxima es de unos 28 grados con una enorme amplitud térmica entre el día y la noche. En invierno la temperatura baja a varios grados bajo cero. Las lluvias son muy escasas (entre 300 y 400 mm anuales). Cuando caen en verano, suelen cubrir las salinas con una fina capa de agua que produce sorprendentes espejismos.
La geometría hexagonal de la superficie de sal
Durante mucho tiempo se creía que la costra de sal simplemente se resquebrajaba, pero no se podían explicar las formas tan regulares. Estudios recientes indican que durante el proceso de evaporación, el agua cerca de la superficie queda más salada y por ende más pesada que el agua menos salada debajo, lo que produce un movimiento de convección similar al agua en una cacerola que al calentarse asciende, mientras que el agua de la superficie desciende. Este proceso forma células de convección, que se aprietan unas junto a otras y cuyos límites forman un patrón hexagonal. Cuando la sal cristaliza en la superficie se forman crestas que trazan los bordes hexagonales de las células convectivas que se hallan debajo.
Piletones de cristalización de sal
La cosecha de sal (cloruro de sodio o sal de mesa) se realiza entre abril y noviembre, durante el período estacional seco. Los piletones de cristalización que construyen los pobladores miden 4 x 2 m, con una profundidad de 60 cm y una altura de agua de 30 cm. La sal se deja "madurar" un año (evaporación). Para cosecharla se la saca de los piletones y se la deposita a un costado para que seque un mes más.
Piletones de cristalización de sal
En el 2019, las Salinas Grandes fueron destacadas como una de las 7 Maravillas Naturales Argentinas, por un panel de expertos y voto popular de todo el país.
El turismo es una de las actividades que proporcionan más esperanzas a los miembros de las comunidades locales para su desarrollo económico, sobre todo a partir de proyectos de turismo comunitario, además de las excursiones diarias cortas que se realizan desde otros destinos. Como destaca Awka Sumaj Sisa Liwen Antiman, fundadora del Centro Educativo de Arte y Cultura Andina Amawta Wasi: En las comunidades de Alfarcito, Pozo Colorado, Tres Pozos ya se realizan actividades relacionadas con el turismo todo el año. El emprender y fortalecer más la actividad turística desde lo ecológico y sustentable, sobre todo a través del turismo comunitario, la transforma en una industria amigable con la región.
Venta de artesanías, sobre mesas de panes de sal
Desde hace más de una década, las comunidades de los pueblos originarios de Salinas Grandes llevan adelante un proceso de organización civil, demanda de derechos de participación y consulta y de resistencia en contra de la extracción del litio, ya que los métodos industriales propuestos ponen en riesgo la frágil ecología de la cuenca y agota los escasos recursos hídricos fundamentales para la población.
Para comprender mejor la problemática de la extracción del litio y las razones de la resistencia de las comunidades, hemos sintetizado aquí algunas informaciones, indicando fuentes adicionales de consulta.
© Textos y fotos: Haupt & Binder.
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Salinas Grandes del Noroeste
Están ubicadas a apenas 66 km del pintoresco pueblo de Purmamarca. Se llega fácilmente por la RN 52 que las atraviesa.
Ubicación en el mapa
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