El Otro Transatlántico

Sesc São Paulo, en consonancia con su objetivo de sensibilizar a la opinión pública y construir una plataforma crítica y democrática para la difusión de las artes visuales, trae a Brasil otra exposición centrada en la revisión crítica e histórica del arte del siglo XX, que destaca capítulos dejados fuera de la historia oficial establecida a lo largo del eje América del Norte - Europa Occidental. Este es el proyecto de la exposición El Otro Transatlántico: Arte Cinético y Op Art en Europa del Este y América Latina 1950s - 70s.

En su tercera versión, la muestra se lleva a cabo en los espacios expositivos de Sesc Pinheiros, destacando una vasta producción experimental que prosperó durante la posguerra en países en la periferia de los centros hegemónicos de la cultura, especialmente en Sudamérica y Europa del Este, con especial atención al repertorio de arte cinético y op art. Concebida por el Museo de Arte Moderno de Varsovia, donde se presentó en primera instancia, y luego en el Garage Museum of Contemporary Art de Moscú, la exposición llega a Sesc São Paulo, en colaboración con el Instituto Adam Mickiewicz y la Casa Sanguszko de Cultura Polonesa, en una nueva versión que incluye artistas y obras de arte que no se encontraban en sus dos ediciones anteriores.

Con curaduría de Marta Dziewańska, Dieter Roelstraete y Abigail Winograd, el diseño general de la exposición involucra a más de 40 artistas y colectivos, con más de 100 obras de diversos medios, incluyendo esculturas cinéticas, pinturas, dibujos, películas e instalaciones, además de un vasto material de archivo. Para el contexto brasileño, los curadores han contado con la colaboración de la investigadora Ana Avelar, quien amplió la participación de artistas locales con obras que revelan claramente su relevancia con respecto al enfoque temático de la exposición. Esto subraya la importancia fundamental de las iniciativas locales de concretismo y neoconcretismo, que resignificaron el legado de las vanguardias históricas constructivas con su esmerada investigación de la visión y el movimiento, integrando la obra de arte con el entorno e incluyendo al espectador como elemento integral del significado de la obra.

Como señalan los curadores, estas producciones de origen constructivo y abstracto pretendían simbolizar una nueva subjetividad, diferente del expresionismo abstracto, del arte informal y de la abstracción lírica entonces en boga, incorporando el progreso científico y el desarrollo industrial dentro de una agenda social utópica del arte. Constituyeron así una agenda programática específica que en términos estéticos y políticos se oponía al enfoque crítico y a la visión formal del eje hegemónico del arte vigente en aquella época. Otro circuito geopolítico internacional del arte se estableció espontáneamente entre artistas de Varsovia, Budapest, Zagreb, Bucarest y Moscú, en Europa del Este, y Buenos Aires, Caracas, Río de Janeiro y São Paulo, en América del Sur. Además, todos estos lugares estaban en cierto modo inmersos en realidades socioeconómicas y políticas relativamente análogas, permitiendo así el surgimiento de estrategias artísticas con programas e intenciones similares.

Para transmitir una idea de estas aproximaciones, la curaduría propuso ejes temáticos que mezclan artistas de las dos regiones:
- Formas de ver
- Formas de participación
- La dinámica de las obras de arte vs. la dinámica de la realidad circundante
- Utopías del Sur y del Este
- Esfuerzos Colectivos

Por lo tanto, en una perspectiva crítica más amplia, la producción de estos artistas y de muchos otros elevó el compromiso y la participación pública a otro nivel de calidad, transformando las formas en que el arte es exhibido, intensificando la experiencia sensorial y promoviendo una asociación directa entre la obra de arte y el espectador, una díada indispensable para la definición de un arte de esta naturaleza. Estas claves interpretativas son la razón por la cual las obras seleccionadas están siendo presentadas al público brasileño.