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MORIMURA Yasumasa - Entrevista

Por Pat Binder y Gerhard Haupt

Binder & Haupt: Cuando entrevistaron a Ray Bradbury sobre Fahrenheit 451 tres años luego su publicación, se refirió a la censura ejecutada desde el estado, como una de sus temáticas principales, habiendo escrito la novela durante la época de McCarthy, en la que había un peligro real de "quema de libros". Años más tarde añadió que le preocupaba más el riesgo que significa una sociedad adicta a los medios masivos de comunicación, y el peligro que acecha a los libros o la palabra escrita y publicada, por parte de grupos tendenciosos (religiosos, políticos, etc.)

Para la Trienal de Yokohama, su fuente de inspiración es esta novela, pero Ud. formula su concepto curatorial en un sentido muy amplio, proponiendo examinar lo que ha sido borrado, prohibido o descartado, o declarado sin valor suficiente para ser recordado. Esto es realmente un campo muy vasto, ¿como realizó su investigación curatorial en – para citarlo a Ud.– este "mar del olvido" tan inmenso?

MORIMURA Yasumasa: De hecho el tema central de la Trienal de Yokohama es "olvido" y es cierto que cubre un campo extremadamente vasto. Para poder realizar mi trabajo, primero anoté todos los fenómenos surgidos en nuestra sociedad contemporánea que, según mi opinión, están relacionados con este tema, y luego los ordené agrupándolos en "islas de ideas". Planifiqué la exposición de manera tal, que se convierta en un relato que el visitante pueda seguir, navegando entre estas islas. En algunos casos fueron los contenidos de cada capítulo los que vinieron primero a mi mente, en otros casos, los artistas. En ocasiones, el título y el concepto de un capítulo los decidí junto con el artista que yo quería incluir sin falta en la exposición, mientras que en otros casos, primero decidía los contenidos del capítulo y buscaba luego los artistas apropiados.

El primer capítulo es una especie de manifiesto de una filosofía del olvido, representado por John Cage y Kazimir Malevich. A partir del tercer capítulo la exposición comienza a introducir obras y documentos que representan la actual sociedad, en la cual el "olvido" es forzado, en otras palabras, el mundo de la novela Fahrenheit 451, que trata nociones como "ocultar", "borrar", "sobrescribir", como así también, "controlar", "disciplinar" y "prohibir". Aquí el tema se despliega como la representación real de una "filosofía del olvido". Siguiendo la representación real, exhibo obras de artistas que han elegido permanecer en el "mundo del olvido".

"Arte es la habilidad de volcar nuestra mirada hacia el mundo del olvido". Esta es la forma en la que entiendo el arte a un nivel fundamental. El valor del arte es su habilidad de dirigir la mirada hacia el "mundo del olvido", encontrando cosas que han quedado sin reconocer, olvidadas, invisibles, imposibles de mencionar. Es por ello que el arte es estimulante e interesante y por lo tanto, especular sobre el "olvido" es reflexionar sobre "qué es el arte".

B&H: Este año, la Trienal de Yokohama se perfila como una travesía narrativa, organizada como un libro con dos introducciones y 11 capítulos. Siendo usted mismo un artista reconocido, ¿cómo considera que deberá ser experimentada esta Trienal, más bien como una constelación de obras reunidas y modeladas para que el evento tenga una firma artística, o como una exposición clásica concebida por un curador?

MORIMURA: Como soy un artista de profesión, para desarrollar el plan para esta exposición utilicé un proceso similar al de crear mi propia obra. El proceso se inició desde el punto en el que no tenía ninguna visión específica de cómo arribar a la meta, igual que un artista frente a su tela vacía. Luego de varios ciclos de prueba y error, se fue perfilando un contorno y el proceso curatorial comenzó a progresar. Sin embargo a último momento, hizo falta mucho más tiempo de lo previsto. Todo fue finalizado a último momento, justo a tiempo para la inauguración. Fue una experiencia apasionante, como que estuviera terminando de pintar un cuadro.

Demás está decir que el proceso de curaduría de una exposición es diferente a la creación artística. La práctica curatorial es un proceso que involucra la cooperación con los artistas participantes. Yo estaba preocupado de que el artista Morimura, pudiera tener conflictos con los artistas participantes, y que la relación terminara siendo muy tensa. Pero la experiencia concreta fue todo lo contrario. Los artistas aceptaron mis requerimientos y sugerencias en forma positiva por lo general, justamente porque venían de un artista colega. Siento que el hecho de ser yo mismo un artista evitó el usual conflicto curador vs. artista, y creó una atmósfera positiva y una actitud solidaria, construyendo una comunidad de artistas. Pienso que la exposición es exitosa en el sentido de que también transmite esta atmósfera al público.

B&H: La selección incluye obras de artistas de diferentes generaciones y regiones geopolíticas, y, notablemente, varias piezas de museo de la historia del arte moderno. ¿Cómo las relaciona en los diferentes capítulos de la exposición? ¿Cómo dialogan, más bien a un nivel poético, a nivel conceptual, o estético?

MORIMURA: Cuando hablamos de arte contemporáneo y artistas contemporáneos, normalmente nos imaginamos artistas que están vivos. Pero me siento muy incómodo imaginando esa división entre artistas vivos y artistas muertos. Trazando una línea entre la vida y la muerte, separamos el mundo de los vivos del mundo de los muertos, desterrando a los muertos hacia "mundo del olvido".

Hay artistas que pueden estar muertos, pero que no están tan distantes y nos hacen sentir que siguen vivos entre nosotros. Pienso que es válido entonces llamarlos también "artistas contemporáneos".

Leonard de Vinci, por ejemplo, es un gran artista del pasado. Sin embargo no siento que John Cage o Matsuzawa Yutaka sean artistas del pasado. Sus ideas están aún vivas en nuestro mundo porque expresan preocupaciones importantes de nuestra época. Es por ello que siento que puedo confiar en ellos como que fueran "artistas contemporáneos".

B&H: ¿Ha incluído en la Trienal de Yokohama también proyectos artísticos que tratan el tema Internet? Se lo considera como un enorme memoria, sin embargo en el aluvión de datos lo esencial queda sepultado y, a pesar de ser el instrumento más poderoso de difusión de la opinión pública, es a la vez su más sofisticado mecanismo de control.

MORIMURA: No, no tenemos este tipo de obras, en particular porque mi intención es alertar a la gente sobre los medios digitales a través del tema del "olvido".

En Fahrenheit 451, Ray Bradbury advierte sobre los medios masivos, en especial la televisión, que estupidiza las sensibilidades y uniformiza los pensamientos, permitiendo a los seres humanos olvidar la opción fundamental de "tener una opinión propia". Como resultado, la sociedad deteriora. En mi exposición, la obra de Kienholz sobre la televisión y Big Double Cross son trabajos que representan esta advertencia. Pienso que es importante hoy día tener conciencia de que Internet ha reemplazado a la televisión, como el lugar en el que el proceso de homogeneización de la sociedad se acelera.

Uno de los artistas participantes, stanley brouwn, rechaza concientemente todo tipo de documentación. Tengo entendido que ni siquiera accede a viajar en avión. Las únicas formas de contactarlo son por teléfono, por carta o personalmente. Es un artista que claramente se posiciona en el "olvido" de la sociedad Internet. He priorizado estos artistas que se centran en el mundo del olvido y que toman su lugar dentro de este mundo como actitud fundamental de su expresión. Es por ello que no hay ningún artista que se refiere a Internet como tema. Mi posición es totalmente opuesta a las actuales tendencias en el arte, y por esa razón precisamente, el título de mi exposición es "ART Fahrenheit 451".

B&H: ¿El programa de la sección especial "Trienal en la ciudad", que destaca iniciativas locales, está concebido en forma independiente por los individuos y organizaciones participantes, o también en relación al enfoque temático de la exposición central?

MORIMURA: "Trienal en la ciudad" es un esquema prioritario para el gobierno local patrocinante. Para los gobiernos locales, la revitalización de las comunidades locales es una importante misión y, por lo tanto, el empeño en lograr este objetivo a través de actividades culturales o artísticas no debe ser subestimado.

Sin embargo, no es el tema que más me preocupa. Por supuesto, al igual que al gobierno patrocinante, me gustaría tener la mayor cantidad posible de público visitando la Trienal de Yokohama. Esto también es porque estoy convencido de que el arte no debiera ser monopolizado por profesionales o especialistas. He querido realizar una exposición que atraiga a una gran audiencia sin caer en el populismo. Si finalmente es grande la audiencia que viene a ver esta exposición, pienso que entonces he tenido éxito apoyando a la "Trienal en la ciudad".

Esta vez, además del catálogo oficial de la exposición, hemos producido un catálogo para niños, escrito en Hiragana, que es como se denomina a los caracteres japoneses fonéticos que son los primeros que los niños aprenden en la escuela. Diciendo que el libro es para niños, me refiero a que es en realidad un libro de imágenes y poemas. He escrito el texto yo mismo, y pienso que el tema más importante de esta trienal se transmite claramente en el libro, para que todos y cada uno y cada generación pueda entender el concepto. Además, hemos producido una audio-guía hablada por mí mismo, en la que guío a los visitantes por la exposición. Éstas nuevas estrategias son mi aporte a la propuesta "Trienal en la ciudad".

B&H: La Trienal coincide con otros dos eventos en Japón, el Festival Internacional de Arte de Sapporo y la Trienal de Arte Asiático de Fukuoka. ¿Cómo se llevará a cabo y se hará visible la interacción entre las tres, que es una de las propuestas de la Trienal de Yokohama?

MORIMURA: Siempre he pensado que sería bueno no tener que completar una exposición en un sitio, excluyendo a otras como resultado. Las exposiciones deberían estar interconectadas con varios lugares y promover el intercambio y la interacción.

He planeado conectar la Trienal de Yokohama con otras exposiciones internacionales, no para mi propio deleite, sino para explorar las posibilidades de transformar la exposición en un espacio abierto y accesible a todos sin ser al mismo tiempo propiedad de nadie.

Como Sakamoto Ryuichi, el famoso músico y director invitado del Festival Internacional de Arte de Sapporo, también está interesado en el tema "olvido", habíamos planeado organizar un evento juntos. Lamentablemente tuvimos que cancelar este plan porque él se enfermó. La otra propuesta inusual fue incluir a la Trienal de Arte Asiático de Fukuoka, una exposición internacional de arte asiático que se lleva a cabo en las islas de Kyushu, para que expusiera en Yokohama como participante. La Trienal de Fukuoka, así como el museo que la organiza siempre se han centrado en Asia, desde la época en que el arte asiático aún era desconocido y extraño. Los invité a participar de la Trienal de Yokohama confiando en su fidelidad hacia el continente asiático a través de su cuidada reflexión e investigación. Su elección de artistas ha proporcionado un importante punto de vista diferente al mío y ha expandido el alcance del tema "olvido" en Asia.

Esta propuesta de invitar a otras exposiciones y festivales no es una práctica usual, pero si el tema o concepto puede ser compartido entre diferentes organismos, pienso que debería haber más exposiciones y festivales invitándose mutuamente.

B&H: ¿Hay algún otro tema que quisiera comentar?

MORIMURA: En el Capítulo tres de la muestra expongo "el único libro del mundo" que es un proyecto muy importante en esta exposición. Comenzó como un proyecto de desarrollar un original libro de copia única que incluya obras literarias reeditadas, fotos y dibujos que han tomado "olvido", "extinción" y "censura" como temas centrales. Incluye obras de la dramaturga y novelista austríaca Elfriede Jelinek, de la poeta rusa Anna Akhmatova, del poeta nacional de Bangladesh, Kazi Nazrul Islam, y manuscritos y dibujos originales de Kim Yongik de Corea. Este libro le da a la exposición una estructura anidada como si otra exposición estuviera incluida dentro.

Mi plan es destruir el libro luego de finalizada la exposición como parte de la ceremonia de clausura. Si es posible, me gustaría realizar una performance quemando el libro en honor a Fahrenheit 451.

Gerhard Haupt y Pat Binder
Directores de Universes in Universe - Mundos del Arte

Trienal de Yokohama 2014

1 agosto - 3 noviembre 2014
Yokohama, Japón

Título:
ART Fahrenheit 451:
Sailing into the sea of oblivion
Vea el texto curatorial

Director artístico:
MORIMURA Yasumasa
Vea la biografía

Lista de participantaes
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