Entreviendo de Cildo Meireles:
Un desafío a los estados de atención

A partir del 25 de septiembre 2019, SESC Pompeia de San Pablo presenta una gran retrospectiva de Cildo Meireles, curada por Júlia Rebouças y Diego Matos. Entreviendo reúne 150 obras desarrolladas desde los años sesenta de este artista clave del arte contemporáneo brasileño, incluyendo tanto producciones conocidas como obras que se exhiben por primera vez. La muestra, que se prolongará hasta febrero de 2020, es la mayor exposición de Meireles en América Latina. Ofrece un amplio panorama de la diversidad de producción del artista, destacando su uso de diferentes lenguajes artísticos, con especial énfasis en obras ambientales y de instalación.

Entrevendo (1970/1994), la obra que da nombre a la muestra, es el punto de partida de la propuesta curatorial. Esta obra invita al espectador a intensificar su estado de atención y a tomar conciencia de lo que se escapa de las visualidades y materialidades más explícitas. En este ejercicio de ampliación de los sentidos, la exposición propone presentar obras que sirven como dispositivos para experiencias corporales, simbólicas y cognitivas.

Entre las obras seleccionadas se destaca la instalación Amerikkka (1991/2013), en la que la espacialidad de la obra está comprimida y abreviada entre dos láminas planas. Una base inferior, con 20.000 pequeños objetos en forma de huevo, parece haberse convertido en el blanco de la superficie superior: una estructura llena de 70.000 balas de dos calibres. Señales de este enfoque sociopolítico también están presentes en Volátil (1980/94), una instalación en la que una sola vela arde en un ambiente cerrado, sobre una gruesa capa de cenizas. Al observar la única vela encendida, uno se da cuenta del olor del gas natural en la habitación. La idea de finitud sugerida por el título de la obra también está presente en la fugaz duración de una llama encendida, incitando al espectador a reflexionar sobre la brevedad de la existencia y los riesgos que nos rodean. En ambos casos, la sensación de amenaza y algo inminente son parte esencial de la experiencia.

Obras como éstas permiten observar la atención que Meireles dedica a los aspectos sensoriales y perceptivos de sus proyectos, sin descuidar el poder de los factores políticos que los definen. Hay que recordar que desde los años sesenta, su investigación ha ido ampliando las nociones de arte conceptual -una categoría siempre asociada a su obra- más allá de la asepsia racionalista que lo caracteriza en general. En este esfuerzo, Meireles ha alineado sistemáticamente las propiedades físicas, materiales y formales con los atributos procesuales, confrontándolos siempre con los mecanismos públicos, económicos y sociales.

El artista también se ha centrado en una comprensión más profunda de la cultura brasileña y sus reconfiguraciones basadas en los dilemas impuestos por el mercado global. Para ello, ha realizado análisis e intervenciones sobre los sistemas de circulación que constituyen estas instancias comerciales y sus regímenes de poder. Al abordar la naturaleza compleja de este material social, su investigación ha avivado el debate sobre la reorganización de las fronteras en el contexto contemporáneo, repensando al mismo tiempo el escenario geopolítico.

Es importante mencionar que el artista está ligado a una generación que desafió los límites del sistema artístico y se involucró en la discusión sobre el estatus de la obra y su papel en los contextos sociales. En este sentido, la actividad de Meireles se destaca no sólo por sus incursiones artísticas y su vocabulario múltiple. El artista también es reconocido como un pensador, responsable de cuestionar la definición de arte en el curso de la institucionalización de la producción contemporánea, así como de revisar el campo en el que se produce, enseña, debate y pone en circulación. Entreviendo ejerce, por lo tanto, un importante papel histórico, dando a conocer la producción de uno de los nombres más relevantes de la producción y la reflexión artística brasileña.