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Visitas guiadas por jóvenes que, a partir de pinturas de Fernando Botero del Museo de Antioquia, relatan sus propias experiencias traumáticas de explotación sexual. Acción parte del MDE15.
feb 2016En las comunas de Medellín los "duros" del barrio les piden a las familias que guarden vírgenes a sus niñas de 7 u 8 años para venderlas cuando estén más grandecitas. En taxis que bajan del aeropuerto y en hoteles de la ciudad ofrecen menores de edad por catálogo a los extranjeros. Adolescentes son engañadas con la idea de ser modelos para ser esclavizadas sexualmente. Incluso hay madres que obligan a sus propias hijas a prostituirse "por necesidad". ¿Alguien habla de esto? ¿Alguien denuncia? ¿Quién actúa?
Yolanda, Valentina, Jade y Evelyn, cuatro jóvenes que pasaron por situaciones de explotación sexual, decidieron no callar más. Por ello quisieron participar de La feria de las flores, el proyecto propuesto por Núria Güell para el MDE15. Este trabajo es el resultado de una investigación que Güell desarrolló en la ciudad en la cual descubrió que una de las principales problemáticas es la explotación sexual infantil, que, a pesar de su gravedad, pasa inadvertida debido a la indiferencia y a la complicidad de la sociedad. Güell se puso en contacto con organizaciones que trabajan con niñas, niños y adolescentes que sufrieron o están en riesgo de explotación sexual y allí se puso en contacto con las protagonistas de su proyecto.
La feria de las flores invita a visitantes del Museo de Antioquia a un recorrido guiado por la colección de obras del artista Fernando Botero a cargo de Yolanda, Valentina, Jade y Evelyn. Las cinco pinturas y dos esculturas, que son presentadas en detalle, fueron elegidas por las jóvenes. A partir de los personajes de estas obras ellas narran su vida y las situaciones de abuso a las que se enfrentaron.
"Decidí participar porque es un alivio contar lo que nos pasó, para que otras personas no digan que esto nunca sucedió. Es una alegría inmensa que lo escuchen a uno. A mí nunca nadie me había escuchado, nadie sabía lo que me pasaba o si sabían, no les importaba", cuenta Yolanda, una de las guías del recorrido. Por su parte Valentina, de 16 años, añade, "Yo creo que hablar con las personas es una terapia. Lo más importante es que las personas escuchen esto para que no les pase a sus hijos o a los hijos de sus hijos".
Ambas recuerdan su primera visita. Tenían miedo porque no sabían con qué gente se iban a encontrar, ni cómo iban a reaccionar delante del público. "Al principio me sentía con mucho miedo y con rabia con todo el mundo. Para mí, todo el mundo era mi enemigo", describe Valentina. Para Yolanda fue difícil el inicio, porque nunca le gustó hablar de lo que tuvo que soportar. "Sentía dolor por dentro y hacía como si nada pasara".
Cada visita es diferente, tanto la que guían en conjunto Yolanda y Valentina, como la de Jade y Evelyn, depende de cómo se sienten, del tipo de público que las visita, de lo que quieran decir. Algunos días hay lágrimas, abrazos, otros tranquilidad, otros rabia, otros ironía. Hay unos días más fáciles que otros. "A veces siento mucho dolor pero trato de disimularlo, porque no quiero derrumbarme delante de toda esta gente", narra Yolanda.
Las obras que eligieron para el recorrido son las que, según ellas, mejor describen los dolores y las situaciones por las que han pasado. Los diálogos también los decidieron entre las cuatro y a través de ellos denuncian y cuestionan la violación, la cosificación del cuerpo de la mujer, la venta de virginidades, la complicidad de las familias en los casos de explotación, el dolor que sintieron, las drogas con las cuales las mantuvieron sedadas para no sentir, los estereotipos a las que son sometidas las mujeres. Su rabia, su desconfianza, su historia, sus lágrimas, sus silencios, los culpables.
El recorrido finaliza con la pintura La Casa de Amanda Ramírez, cuadro que según ellas reúne todas las historias que quieren contar. Hay una mujer asomada en la puerta que es la que más les llama la atención. Al principio Valentina lloraba cuando empezaba la descripción de este personaje. Después de un mes de recorrido ya no lo hace pero todavía suspira y dice: "Esta mujer somos todos, que vemos lo que está pasando y nos callamos. Los que vemos y callamos somos responsables".
El público se queda con lágrimas, suspiros, aplausos, o preguntas. Algunos se van antes de terminar, otros se ríen, otros se van sin pensar.
Yolanda, Valentina, Jade y Evelyn decidieron que su futuro y el de muchas otras personas será distinto. Valentina sueña con ser policía de infancia y Yolanda quiere ser fiscal para resolver casos como los de ellas, e impedir que vuelvan a suceder.
Núria Güell: La Feria de las Flores
Visitas guiadas por jóvenes que, a partir de pinturas del maestro Fernando Botero de la colección del Museo de Antioquia, relatan sus propias experiencias traumáticas de explotación sexual.
Acción parte del Encuentro Internacional de Arte de Medellín - MDE15
6 nov. 2015 - 27 marzo 2016
Las visitas guiadas son realizadas los lunes y los sábados a las 14:00 hs.