Entrevistado mientras montaba la instalación en el Museo de Antioquia, Rolf Abderhalden explica:

"La matriz de trabajo de esta obra de Mapa Teatro radica en un proyecto que iniciamos en el 2009 sobre una fiesta particular en Colombia, donde el umbral entre la fiesta y la violencia es supremamente tenue y frágil. A partir de esa fiesta popular tradicional de un pueblo afrodescendiente en la costa pacífica colombiana elaboramos este proyecto llamado Santos Inocentes, y esta es una de las variaciones que hemos hecho para el Encuentro de Medellín 2015, en donde tomamos un pequeño fragmento que se desarrolla y se amplía a través de una videoinstalación para una figura mecánica y una proyección de video en la pared de grafito.

Lo particular de esta fiesta tradicional es la relación paradójica que existe con el dolor, que se rememora a través del látigo que los hombres de esta población, transvestidos de mujeres y transgrediendo el rol del amo de la colonia, operan sobre la población que no está enmascarada.

Este dolor producido por el látigo en los cuerpos es de alguna manera una forma de rememoración del dolor causado sobre las poblaciones afrodescendientes en los tiempos de la colonia y luego, más tarde, por todos los procesos de violencia que ha sufrido esta región. Pero al mismo tiempo es una paradoja, es un momento de liberación de un conflicto, es un momento de resistencia civil. La fiesta funciona justamente para liberar una carga, para poder exorcizar en una forma catártica el conflicto mismo que vive esta población que ha estado siempre sometida entre las fuerzas del estado, las fuerzas paramilitares, o las fuerzas del conflicto armado de la guerrilla en Colombia. Entonces es una paradoja la que vivimos con esa fiesta, que nos ha parecido particularmente interesante transponer en este dispositivo."