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Seguridad (Sondeos desde el Cabo de la Buena Esperanza). Muestra en La Centrale Électrique, Bruselas.
Por Pep Subirós | may 2011Jane Alexander nació en Johannesburgo, Sudáfrica, en 1959, y actualmente vive y trabaja en Ciudad del Cabo, donde también enseña en la Michaelis School of Fine Art de University of Cape Town.
Desde sus inicios en la década de 1980, mientras Sudáfrica estaba aún bajo el yugo del apartheid, la práctica artística de Alexander ha sido muy sensible a los temas socio-políticos como parte de su interés por el comportamiento humano – dentro y fuera de su propio entorno social¬–, asi como de su observacion de otras especies animales. Sin embargo, su punto de mira no se centra tanto en las cuestiones, las ambiciones y los conflictos en el interior o alrededor del poder político convencional como en la demasiado frecuente consolidación de las relaciones sociales de poder, en todas sus variedades, públicas y privadas, como rutinas regulares de autoridad y control, cuando no de opresión y abuso.
Desde la perspectiva de Alexander, las condiciones y los fenómenos sociales, por más que tengan lugar a escala global, y los procesos individuales, aun cuando estrictamente subjetivos, no son considerados y elaborados como independientes unos de otros, sino investigados y formulados como realidades estrechamente interdependientes, inseparables, o mejor, como una misma realidad con dos caras.
En otras palabras, sus obras de arte exploran simultáneamente la fenomenología de la existencia y el comportamiento humano tanto en su dimensión individual como en la colectiva, así como sus componentes "racionales" y aquellos no tan "racionales".
En este sentido, sus "humanimales" –por usar el adecuado neologismo usado por Julie McGee– [1] encarnan y nos incitan a considerar la porosidad de las fronteras entre los seres humanos y otras formas de vida animal.
Desde esta perspectiva, todo el trabajo de Alexander tiene que ver con nuestra inherente hibridez y mutabilidad, con los múltiples "otros" que nos habitan detrás de los personajes convencionales que sucesivamente encarnamos en nuestra vida cotidiana.
El resultado es una obra multifacética y abierta que desafía todo intento de categorización, diferentes obras de la artista subrayando diferentes dimensiones entre las múltiples y a menudo contradictorias motivaciones y relaciones que convergen en el comportamiento humano y la vida social.
Autora de las expresiones artísticas más contundentes de la iniquidad del apartheid –en especial sus Butcher Boys (1985-86) creado durante uno de los estados de emergencia impuestos por el gobierno del apartheid–, en torno al cambio de milenio, cuando Sudáfrica pugna por reinventarse a sí misma como una sociedad democrática y multicultural, Alexander desplaza su enfoque a la traslación (o falta de ella) de los profundos cambios políticos del país en el terreno de las condiciones cotidianas de vida. Al mismo tiempo, extiende su campo de referencias a situaciones y procesos que, aunque siempre vinculados a realidades locales, desbordan claramente las fronteras nacionales. Así, la persistencia de prejuicios y formas de discriminación basados en estereotipos raciales; la reproducción de mecanismos neocoloniales de dominación; la obsesión cada vez mayor por la seguridad y la paralela proliferación, a escala global, de fronteras fortificadas y sistemas de vigilancia, son algunos de los temas dominantes en la obra reciente de Alexander.
Al igual que en el período del apartheid, sin embargo, la aproximación de la artista a estos fenómenos ha seguido siendo similar a la de un topógrafo, en el caso de Alexander localizando y documentando las fuerzas, los intereses y las pasiones en juego en las relaciones y los intercambios humanos, así como sus efectos. De este modo, sus obras trascienden sus referencias locales para mostrar unas formas de existencia cotidiana escindida en todas partes entre una retórica que aboga por una vida pacífica y decorosa, y el inagotable potencial humano para el conflicto y la violencia.
En su trabajo, sin embargo, la artista no se abandona a una mórbida fascinación por el lado oscuro del ser humano, sino que también explora y reconoce nuestra enorme capacidad de iniciativa, resistencia y dignidad ante las adversidades y privaciones de todo orden, así como el miedo y la vulnerabilidad de los individuos en posiciones de poder y mando.
La combinación de figuras individuales, instalaciones y obras fotográficas de la última década presentadas en esta exposición ofrece a los espectadores una oportunidad única para apreciar la variedad de estrategias de medición de Alexander y el amplio alcance de su universo artístico.
Note:
Pep Subirós
Curador, escritor, asesor y organizador de proyectos de arte, con especial énfasis en el continente africano.
Curador:
Pep Subirós
Jane Alexander
Security (Surveys - From the Cape of Good Hope)
25 marzo -
21 agosto 2011