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Reconstrucción de la piscina con luces y proyecciones, realizada en 1973 con Neville D’Almeida.
Por Alma Ruiz | feb 2011The Museum of Contemporay Art, Los Ángeles (MOCA), presenta la exposición "Suprasensorial: Experimentos en luz, color y espacio", que incluye por primera vez en Estados Unidos cinco instalaciones creadas por seis importantes artistas de América Latina. Las espectaculares obras de Carlos Cruz-Diez (Venezuela), Lucio Fontana (Argentina), Julio Le Parc (Argentina), Hélio Oiticica y Neville D’Almeida (Brasil), y Jesús Rafael Soto (Venezuela), son piezas de inmersión que crean una experiencia sensorial total para el espectador. Los artistas no sólo son ampliamente reconocidos en América Latina, donde están asociados inexorablemente a la vanguardia y el arte contemporáneo, sino también en Europa, donde varios de ellos pasaron años de su formación. La exposición, lúcidamente organizada por la curadora Alma Ruiz, amplía la tradición del Museo de cuestionar la historia del arte contemporáneo y trazar sus líneas de influencia.
Una de las obras destacadas de la muestra es CC4 Nocagions (1973) de la serie Cosmococa-Programa in Progress creada por Hélio Oiticica junto con Neville D'Almeida. Se trata de una piscina de 90 cm de profundidad, iluminada con luces de color y complementada con proyecciones de imágenes del libro de John Cage Notations, una colección de manuscritos cubiertos por líneas de cocaína. El agua presenta una dinámica superficie, en donde los movimientos de los nadadores son integrados a la obra, en una completa reinvención del arte como una experiencia inmersiva, sensorial e interactiva.
Hélio Oiticica disfrutó de una vida corta pero extraordinariamente creativa. Su energía y su aguda visión artística dejaron un profundo legado en Brasil y América Latina, y comienzan a hacer mella en Europa y Estados Unidos. Nacido en Río de Janeiro, pasó la mayor parte de su vida en esta ciudad, aunque residió un tiempo en Londres (1969) y Nueva York (1971-1978). Oiticica se inició como pintor, pero se alejó de ese medio al interesarse en el uso del espacio físico en su obra, lo que le llevó a la creación de grandes ambientes — que, hoy en día, se denominarían instalaciones — y esculturas semi-arquitectónicas que podían construirse al aire libre. Estas obras estaban concebidas para eliminar la distancia entre el objeto y el espectador. La transición de la forma estática, bidimensional, a la forma en tres dimensiones que podía ser penetrada, habitada, o usada como pieza indumentaria transformó la relación tradicional entre el objeto pasivo que se contempla, y el sujeto activo que lo contempla. Esta sencilla acción ofrecía al espectador "un ejercicio experimental de libertad", [1] el entrar en contacto con la obra de arte a través de una experiencia más corpórea, además de reconsiderar la función del arte.
De 1973 a 1974 Oiticica creó Cosmococa — Programa in Progress, una serie de instalaciones que mezclan los lenguajes del arte y el cine. Cinco de las nueve obras concebidas para la serie Cosmococa se ejecutaron con el cineasta y actor Neville D’Almeida. D’Almeida es conocido por su papel en el Cinema Novo y Cinema Underground, ambos movimientos brasileños de la década de 1960, aunque él no se identifica con un estilo o corriente específica. Al igual que Hélio Oiticica, D’Almeida consideraba el cine como un vehículo de libre expresión. Sus películas, muchas de las cuales se han convertido en obras de culto en Brasil y otros países, dejan entrever el medio intelectual y cultural del Brasil de los años 60 y 70. La serie Cosmococa, titulada por D’Almeida, incluye CC1 Trashiscapes, CC2 Onobject, CC3 Maileryn, CC4 Nocagions, y CC5 HendrixWar. [2] Estos "Bloques de Experimentos en Cosmococa", o "Experiencias en Bloque en Cosmococa", como los artistas también les llamaban, incorporaban proyecciones de diapositivas de D’Almeida siguiendo el perfil de las imágenes en las portadas de discos, cubiertas de libros o revistas, u otras superficies, con líneas de cocaína, una banda sonora, textos, y un plan para acciones públicas en un lugar predeterminado. De las diapositivas proyectadas se produjeron fotos y afiches que se vendían independientemente. [3] Los Bloques de Experimentos forman parte de una serie más amplia de proyectos titulados colectivamente Quasi-Cinemas, que incorporan elementos fílmicos. Oiticica se centró en estos proyectos durante los siete años que residió en Nueva York a partir de 1971, cuando recibió una beca Guggenheim. El artista se refería a ellos como "cuasi-cinemáticos" porque, aunque incorporaban imágenes fílmicas carecían de los elementos narrativos característicos de las formas fílmicas tradicionales y, al contrario que el cine, desafían la pasividad del espectador invitándoles a ejecutar acciones determinadas.
Cada una de las obras que componen Cosmococa — Programa in Progress va acompañada de instrucciones que ofrecen información técnica básica y recomendaciones para el uso de los componentes audiovisuales, las acciones, y las actividades de los participantes. (Por ejemplo, la proyección de cada uno de los Bloques de Experimentos dura aproximadamente veinte minutos y después se repite). [4] Resulta importante que Oiticica y D’Almeida concibieron estas instrucciones para hacer que cada ambiente pudiera adaptarse a una variedad de espacios, como apartamentos privados y jardines. Querían extender el contexto de una socialización que permitían las obras de arte más allá de los espacios tradicionales de museos y galerías. La proposición experimental de CC4 Nocagions, la obra de Cosmococa elegida para "Suprasensorial: Experimentos en luz, color, y espacio" es muy abierta — una experiencia "suprasensorial". (De hecho, el uso de la frase "in Progress" sugiere ese tipo de naturaleza abierta, y la capacidad de influir sobre otros textos o proyectos). El ambiente abarca una sala cerrada con una piscina funcional rodeada de una cubierta de madera sobre la que hay colocadas esteras, una ristra de bombillas pequeñas que rodea el borde de la piscina, una luz verde que ilumina el agua, música, y una muestra de diapositivas proyectadas en dos paredes opuestas. Las imágenes, tomadas por el propio Oiticica, no representan ningún tipo de narrativa, aunque se suceden como los fotogramas de una película. Las luces, la cubierta, las esteras, y la piscina están organizadas como un decorado de cine. El público que entra en el espacio se encuentra rodeado inmediatamente de 82 imágenes del libro Notations (1969), de John Cage, una colección de manuscritos musicales acompañados de un texto organizado mediante operaciones aleatorias, proyectadas sobre la pared a intervalos regulares. Los visitantes escuchan <emphasize>Credo in us</emphasize> (1942) de Cage filtrada por unos parlantes, y ven luces de colores dentro y fuera de la piscina. La experiencia se completa cuando los espectadores se ponen trajes de baño y observan el ambiente desde el agua. Éstos también pueden pasear por la cubierta y socializar, pasando tanto tiempo como deseen dentro de la obra. Al completar de este modo la pieza, ellos también se convierten en elementos de la instalación total.
Pasaron dieciocho años antes de la primera exhibición de la serie de Cosmococa — Programa in Progress, que se presentó en la retrospectiva de Oiticica celebrada en el Witte de With de Rotterdam, Holanda, en 1992. Desde entonces la popularidad de estas obras ha ido en aumento gracias a una mayor comprensión de la totalidad de la obra de Oiticica, que utilizaba la instalación para generar una experiencia sensorial/narrativa más completa para el espectador. El artista también se dio cuenta de que un público mayor podía tener acceso a la obra porque se podía presentar, además de en lugares expositivos como museos y galerías, en espacios públicos y privados. Las instalaciones tratan la unión de arte y vida, el derribo de los muros del museo, y la creación de una nueva relación espectador - objeto. Cada una de estas características se puede considerar como una expresión anti-mercado que con el tiempo se ha convertido en algo común en el mundo del arte, haciendo que, irónicamente, sean más deseados por coleccionistas privados e instituciones.
La sensación de libertad que representa la serie de Cosmoca — Programa in Progress también surge de la búsqueda por nuevas formas de arte que trascienden otras disciplinas — música, poesía, antropología, ciencias sociales, etc. — que Oiticica persiguió a lo largo de su vida. Ampliar la función del arte significaba abrirse a las propuestas tangibles e intangibles que ampliaban los límites del arte tanto como del artista. La búsqueda de Oiticica, se hace más importante porque tuvo lugar en un momento de gran represión política en Brasil. Su creación de "obras palpables" que eran "dirigidas a los sentidos" tenía la intención de guiar a sus espectadores hacia una "suprasensación", la dilatación de sensaciones tradicionales, el descubrimiento de su núcleo creativo, de su espontaneidad expresiva dormida, condicionada a la vida cotidiana" [5]. Oiticica tenía la esperanza de que el rechazo del público a su papel pasivo como espectador se extendiera más allá del arte, integrándose a la vida diaria.
Notas:
Alma Ruiz
Curadora Senior, Museum of Contemporary Art (MOCA), Los Angeles, EEUU.
Artistas:
Carlos Cruz-Diez
Lucio Fontana
Julio Le Parc
Hélio Oiticica y Neville D’Almeida
Jesús Rafael Soto
Curadora:
Alma Ruiz
Próxima estación:
Hirshhorn Museum and Sculpture Garden, Washington D.C
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Suprasensorial: Experiments in Light, Color, and Space
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